18 May “Todos aprendices, todos maestros”
“Todos aprendices, todos maestros”
“Los educadores de nuestra raza deben tener en cuenta que el fin capital de la educación es formar hombres capaces de bastarse a sí mismos y de emplear su energía sobrante en el bien de los demás” – José Vasconcelos. De la página oficial del gobierno de México, tenemos que “en 1918, durante el gobierno de Venustiano Carranza, se decretó el 15 de mayo como día del maestro. Los maestros son parte esencial en la vida de todos; su trabajo no se limita al acto de enseñar, sino que a través de su vocación son capaces de reproducir en cada uno de sus alumnos el amor por el conocimiento”.
Durante décadas, es el 15 de mayo el día que al profesor le tocan los aplausos y las expresiones de cariño y reconocimiento. En algunas épocas había manzanas, o flores, en los escritorios de los maestros, hoy seguro hay publicaciones de Facebook, Memes y mensajes de texto sin duda. Sin embargo, la celebración del día del maestro tiene su origen desde mediados del siglo XVII, donde el sacerdote y pedagogo, Juan Bautista de La Salle dedicó parte de su vida a la formación de maestros que daban clase a hijos de artesanos y niños de escasos recursos.
Debido a su labor, el 15 de mayo de 1950 el papa Pío XII nombró a San Juan Bautista de La Salle el “patrono universal de todos los educadores”, convirtiendo así al 15 de mayo en la fecha oficial católica para celebrar a los maestros, y considerando que dicha religión ocupa una gran cantidad de pobladores en el globo, es causa lógica que sea esa fecha en mayoría para su celebración. Pero, en México, fue el 15 de mayo la fecha por decreto mucho antes de que el Papa lo hiciera. En México hay mucho qué celebrar el 15 de mayo, particularmente el 15 de mayo de 1867, donde se conmemora el Triunfo de la República, cae Querétaro que estaba ocupada por los conservadores y entran los Liberales.
Es considerada como la segunda independencia, incluso por varios historiadores. El México que hoy conocemos, con todos sus defectos claro, es el resultado de una lucha incesante de nuestros antecesores y quienes dieron la vida por la Libertad en varios de sus aspectos. Ha costado mucho trabajo poner de acuerdo a los bandos y orientar a un país que han querido ocupar varias veces otras potencias.
Sin embargo, con la declaratoria papal de 1950, y con el paso del tiempo, hemos olvidado a aquel Juan, o a aquel Ezequiel, o a aquella Xóchitl, que llevamos su sangre y que estuvieron al frente de batalla defendiendo los derechos y obligaciones de los que hoy gozamos. Maestros todos también de convicciones, coraje y valor. Hoy los maestros no debemos olvidar que dentro de las aulas se forja al nuevo ciudadano, que, si bien es día de festejo, es ahí donde se evitan las guerras y se forman naciones.
Por un México de Paz y armonía, por un México de Tolerancia y SALUD, derrumbemos cada vez más esos muros ideológicos que nos dividen. Es cuánto.
Luis Lúcia
LUXIA – Capacitación y Consultoría
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