09 Ago ¡Hablemos del Compromiso!
Como parte del desglose de PERMA, en ésta ocasión, nos toca hablar del Engagement (compromiso).
Esta palabra normalmente se traduce como compromiso, pero para la Psicología positiva, se le conoce como involucramiento, es decir, poner lo que esté a nuestro alcance para adquirir compromisos con nosotros mismos ante diversos eventos cotidianos, ya sean placenteros o no. Esto en nuestro día a día, significa estar atento en cómo todos los eventos que vivimos afectan nuestro bienestar.
Como ejemplo de compromiso, me voy a permitir relatar una experiencia personal que la tengo muy presente:
Hace algunos años un amigo de toda la vida me invitó a pasar un fin de semana con sus compañeros de la universidad a la sierra de Puebla, específicamente a Cuetzalan, justo antes de partir, vi llegar a otro amigo entrañable que llevaba equipo para hacer rappel y eso me entusiasmó muchísimo; cuando después de algunas horas de viaje, llegamos y al día siguiente nos dirigimos a la cascada conocida como las brisas en dónde aseguramos nuestras cuerdas para el descenso.
Yo fui el primero en descender y lamentablemente, resbalé haciendo que la línea cayera a una poza mojándose por completo y haciendo que tuviera que nadar para llegar nuevamente a la pared.
Una vez que llegué a la pared, tomé la cuerda para lanzarla, pero un golpe del agua me volvió a tirar y ahora la cuerda de freno quedó por encima de mi atorada en la roca; descendí un poco hasta un lugar en el que podía estar parado para tratar de recuperar la cuerda, pero mientras más la jalaba, más se atoraba en la roca. Traté de zafarme del arnés que me sostenía para quitarme de la corriente de agua, pero al quitarme la parte de las piernas, las cordeletas que sujetaban mi cintura se apretó sacándome el aire, así que tomé fuerzas y me acomodé nuevamente las cordeletas de las piernas.
Después de un momento pude quitarme el arnés y pararme en una cornisa en la que únicamente cabían mis pies y debajo de eso, quedaba la pendiente de aproximadamente 20 metros; hacía mucho frío y por el ruido de la cascada, mis gritos no eran escuchados por mis amigos. Después de casi tres horas de estar parado ahí con mucho frío y con los músculos engarrotados, evaluaba la posibilidad de brincar hacia el río aún con el riesgo de lastimarme. Cuando estaba a punto de hacerlo, pensé “no debo caer en la desesperación” así que comencé a cantar, a acordarme de mi familia, a acordarme de chistes, de las cosas que quería hacer en mi carrera profesional, esto me mantuvo “cuerdo” hasta que mis amigos pudieron ir por ayuda al pueblo y llegaron unos soldados a rescatarme.
Creo que si no hubiera decidido tener compromiso con mi propia vida, me hubiera dejado vencer y tomado decisiones de las cuales hubiera salido muy dañado.
Éste ejemplo tal vez pueda leerse como algo muy extremo o como ejemplo de la resiliencia; la diferencia entre Involucramiento y Resiliencia, es que ésta última se refiere únicamente a situaciones adversas y la experiencia se toma después. Por otro lado, el ejemplo, muestra como ante circunstancias muy adversas, la persona tiene total control del sentido que le dé a su experiencia.
El Engagement, es una de los componentes más importantes del camino a la felicidad, ya que requiere darnos cuenta de manera consciente de nuestras vivencias y además de todo, decidir y ejecutar acciones para ESTAR BIEN.
Para iniciar un camino, sólo basta dar el primer paso, para terminarlo, sólo se requiere compromiso y disciplina.
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