14 Oct La tolerancia a la frustración

La tolerancia a la frustración

Actualmente escuchamos la palabra frustración con mucha frecuencia. Es un sentimiento acompañado por sensaciones físicas desagradables que se presenta cuando nos enfrentamos a una situación que no resulta como nosotros queremos (aunque no hayamos hecho ningún esfuerzo para obtenerla). Es algo que sucede comúnmente en la vida de todos los seres humanos, sin embargo, en las últimas décadas se ha incrementado la idea de que es inadmisible y se asocia con fracaso, casi con ofensa. Y si lo combinamos con la convicción de que los demás son responsables de hacernos felices y proporcionarnos bienestar, tenemos un resultado desastroso: la baja tolerancia a la frustración que provoca infelicidad, desanimo, dificultades de adaptación y hasta agresividad. La frustración es normal, y aceptarla no es sinónimo de conformismo; debe utilizarse como motor de motivación y aprendizaje, no como justificación para el reclamo y la exigencia, y su manejo puede compararse con la condición física: se perfecciona si te entrenas. Así como logras aumentar la resistencia y el tiempo cuando haces ejercicio, puedes fortalecer la tolerancia a la frustración, lo que te hará ser mejor para enfrentar inconvenientes y obstáculos en una forma que te permita ascender gradual y eficientemente hasta donde quieras llegar. Puedes dominar eso si te lo propones.