04 Mar Enojarse daña
Enojarse daña
El enojo es una respuesta inherente al comportamiento humano cuya función es mejorar nuestra capacidad de respuesta ante una amenaza. Sin embargo, puede decirse que sus componentes son biopsicosociales. Biológicos porque hay un cambio fisiológico en el organismo, psicológico porque uno decide qué es razón para enojarse y social porque nuestra cultura forma parte de lo que aprendemos acerca de por qué y cómo nos podemos portar cuando nos enojamos.
El problema es que la respuesta, mal manejada, implica un daño a la salud integral. Cuando nos enojamos aumentan el pulso cardiaco, la presión sanguínea, la frecuencia respiratoria y la producción de adrenalina, que deriva en taquicardia y deteriora las arterias. También se producen dolores musculares por contracturas, dolores de cabeza y enfermedades como colitis, gastritis, e hipertensión, entre otras, además de repercutir en la calidad de nuestras relaciones interpersonales.
Por eso, sólo enójate cuando valga la pena y en una forma en que el daño no sea mayor que la amenaza, sea ésta real o no.
Mtra. Luz del Carmen Vargas
#mejorandolacalidaddelavida
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