03 Nov ¿Día de muertos o Halloween?
¿Día de muertos o Halloween?
El paso de la vida a la muerte ha causado admiración a lo largo del tiempo, aunque ha causado más interés e impacto a los estudiosos el cómo regresar de ella. La fiesta que se convirtió en “El día de muertos” era celebrada en el noveno mes del calendario solar mexica presidida por la diosa Mictecacíhuatl, que traduce como “la dama de la muerte”. Ésta dama fue la inspiración, cientos de años después, del caricaturista mexicano José Guadalupe Posadas para recrear un personaje femenino que originalmente le llamó “La Calavera Garbancera” y suponía una burla a los indígenas que se habían enriquecido y menospreciaban sus orígenes y costumbres, como muchas veces pasa en nuestros días donde la familia de condición económica baja se esfuerza por “sacar adelante” a sus hijos, quienes consiguen una profesión, logran una posición económica superior a la de sus padres y ahora se avergüenzan de ellos; éste personaje es conocido hoy como “La Catrina”. Es decir, vestirse de catrina en éstas fechas significa recordar a la diosa Mictecacíhuatl burlándose de los mexica(nos) quienes a pesar de su posición económica, la que fuese, terminarán 3 metros bajo tierra igual que todos. Mayas, Purépechas, Totonacas, Olmecas y muchos más celebraban ya rituales a sus ancestros mucho antes de la llegada de los españoles. Es probable que en la migración (la gran caminata) que hizo el Sapiens desde Sudáfrica, pasando por lo que hoy conocemos como China hasta llegar a las costas de Veracruz para formar y forjar la primera de las culturas Mesoamericanas, los Olmecas, se haya migrado igualmente el culto a los muertos, por lo que dicha celebración fue muy impactante para cuando los españoles llegaron.
Día de Muertos
Fiesta reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Muy celebrada aún en México donde se ha convertido casi en símbolo nacional ya que “tiene” que “pelear”, mercadológicamente hablando, con el, cada vez más famoso, Halloween. Con la llegada de la religión a La Nueva España, y dada la gran identificación de divinidades, por un lado Dioses con distintas características y por el otro lado Ángeles y Arcángeles con distintos propósitos, fue muy fácil migrar algunos detalles a ésta celebración, entre ellos está el uso del crucifijo en el, ahora llamado, Altar de muertos, así mismo el día puede llamarse “Día de muertos” como “El día de todos los santos” como en otros países con influencia católica.
Halloween
Por su parte, Halloween tiene su origen del inglés “All Hallow’s Eve” que curiosamente traduce como “víspera de todos los Consagrados”. Halloween tiene una raíz céltica y otra romana. Los romanos dedicaban la fiesta denominada Feralia al descanso y la paz de los muertos, haciendo sacrificios y elevando diversas plegarias a sus dioses. También los romanos dedicaban una festividad a Pomona, la diosa de las cosechas y los frutos, cuyo símbolo es una manzana –lo que explica el uso de ésta fruta en éstas fiestas o relacionada mucho después con conjuros y brujas, como en el cuento de blancanieves y otros más-. Pero con anterioridad, ya los pueblos celtas de Irlanda, Gales, Escocia y norte de Francia, celebraban la festividad llamada Samhain. El cual era un festival que ocurría entre finales de octubre y principios de noviembre, un rito en que se celebraba el final de la temporada de las cosechas y el comienzo del invierno. Los druidas, auténticos sacerdotes, creían que en una determinada noche, la del 31 de octubre, las brujas gozaban de mayor vitalidad, a los propios druidas se les concedía el don de adivinar el futuro, los límites entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos desaparecían completamente, e incluso, que los fantasmas de los muertos venían del otro mundo a llevarse consigo a los vivos. Por eso, en la noche de Samhain los druidas preparaban enormes fogatas y hacían conjuros, intentando ahuyentar a los malos espíritus, y la gente dejaba dulces o comida a la puerta de sus casas, en la superstición de que los difuntos se irían contentos y les dejarían en paz. En aquellas épocas se hizo muy famosa la historia de Jack, un irlandés al parecer bastante amargado y peleado con la vida misma, quien fuera visitado por el maligno, hoy conocido como El Diablo, para llevárselo al infierno. Jack, en cada visita del diablo, negociaba con él pidiendo un supuesto último deseo. En uno de ellos retó, como buen irlandés, al diablo a beber con él cerveza como última voluntad, una vez borrachos los dos, se dieron cuenta que no tenían dinero para pagar por lo que Jack le pide al Diablo convertirse en moneda para pagar y así probar sus poderes como tal. El Diablo lo hace, pero Jack no paga, más aún mete la moneda en su bolsillo donde tenía un crucifijo de plata, para salir de ahí Jack convence al diablo de dejarlo en paz. Así se hace. Cuando Jack muere va a las puertas del cielo, Pedro no lo deja entrar pues vivió una vida llena de amargura y resentimiento. Lo manda a las puertas del infierno, donde el Diablo no lo deja entrar pues se burló de él y prometió dejarlo en paz. Por ello Jack se vió obligado a deambular por el limbo y cada vez que encontraba un alma perdida negociaba por alimento. Cuando “el portal” entre el mundo de los vivos y de los muertos se abría la noche del 31 de Octubre Jack podía regresar al mundo de los vivos y a todo aquél que se encontraba le pedía comida o reto, dulce o truco. Cuando el Cristianismo llega a los pueblos célticos, la tradición del Samhain no desaparece, pese a los esfuerzos realizados por la Iglesia Católica para eliminar supersticiones paganas que pudieran entroncar con el satanismo o culto al diablo. Sin embargo la fiesta del Samhain sufre alguna transformación, el 1 de noviembre pasó a ser el día de Todos los Santos; el Samhain, la víspera de Todos los Santos, pasó a denominarse All-hallows Eve y, actualmente, por contracción de la expresión, Halloween; y por su parte, el Día de Todos los Difuntos o Día de Todas las Almas pasó a ser el 2 de noviembre coincidiendo ésta fecha con la de nuestras costumbres. A mediados del siglo XVIII, los emigrantes irlandeses empiezan a llegar a América. Con ellos llegan su cultura, su folclore, sus tradiciones, su Halloween.
Con todo esto, pensar que son dos fiestas o celebraciones totalmente distintas es caer en un error. Si bien debemos proteger nuestras tradiciones tampoco podemos aborrecer las de otros y más cuando tienen fundamentos muy similares, el paso de la muerte a la vida por una noche. Cual sea que fuere la fuente existe un reconocimiento por nuestros ancestros y por lo tanto hay que celebrarlos. Saber de dónde vienes es tan o más importante que saber a dónde quieres ir. Por un entendimiento hacia el prójimo, celebremos a nuestros muertos en paz. Es cuánto.
Luis Lúcia
LUXIA – Capacitación y Consultoría
#mejorandolacalidaddelavida
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