19 Ene ¿Cooperar o Colaborar? He ahí la cuestión.
¿Cooperar o Colaborar? He ahí la cuestión.
¿Cuál sería la diferencia? Hace poco en un programa de entrenamiento se mencionaba que se debía hacer énfasis a los miembros del equipo de trabajo en que cooperasen, pues se supone que, como cualquier equipo de trabajo, se quiere llegar a un resultado u objetivo común para todos. Recordé un poco mis épocas de estudiante y más ahora que soy catedrático, cuando se arman equipos de trabajo para hacer tareas o proyectos, casi siempre terminan unos cuantos realizándolo y los demás reciben el beneficio de la calificación por haber llevado los refrescos, por cooperar. Y hemos visto esto como normal, común y hasta que así es en todos lados. Quizá recae, un poco, en que no se nos ha destacado la diferencia. Incluso en casa, en muchos hogares, he escuchado a los padres pedirles a sus hijos, en algunos casos ordenarles, que cooperen con los quehaceres del mismo.
Parece que no es el verbo adecuado. Veamos. “Cooperar” tiene dos raíces, un prefijo “co-“ que traduce “con, que tiene, que es alterno u optativo” y de un verbo “operari” que traduce como “operar, realizar” por uno mismo. Es decir, “cooperar” está muy arraigado a la actividad individual que en suma a las actividades de otros, y las cuales no son las mismas ni se mezclan, pero que en conjunto buscan un objetivo común. Ejemplo: “mientras yo barro, tú lavas los trastes” eso serían dos operaciones distintas que buscan el beneficio común de limpiar la casa. Pero, igualmente, mientras uno barre, el otro puede ir por los refrescos, porque barrer cansa y seguramente “vamos” a tener sed; también caería en el significado de la palabra. Por otro lado, “colaborar”, igualmente tiene dos raíces, “co-“ que, como dijimos, traduce como “con, que tiene, que es alterno”, y “laborare” que traduce como “obrar, esfuerzo, trabajo”, así también sabemos que “trabajo” tiene una historia etimológica relacionada al sufrimiento, por lo que “colaborar” traduce como “esfuerzo en conjunto con alguien más”. Ejemplo: aunque el objetivo final sea limpiar toda la casa, en este momento vamos a dedicar nuestros esfuerzos conjuntamente a limpiar el piso, por lo que mientras yo barro, tú pasas el trapeador; así colaboramos en la misma actividad de limpiar el piso solamente del objetivo común de limpiar toda la casa. Se trabaja, se hace un esfuerzo en conjunto por lo que no se da pie a la separación de actividades.
Entonces, si bien ambas palabras buscan el realizar actividades con un fin en común, no representan lo mismo en su fondo. Cuando se colabora, se unifica, cuando se coopera, solo se apoya la causa. Por eso es que se coopera con la Cruz Roja, porque si se colaborara entonces tendríamos que ir en la ambulancia a toda velocidad atendiendo personas bajo ciertas circunstancias no muy agradables. Hay gente que sí lo hace, ellos colaboran; los que solo damos unas monedas, cooperamos. En los equipos de trabajo, como en las actividades de casa, quizá sea mejor pedir y fomentar la colaboración, eso, ciertamente haría más lento “el viaje” hacia el objetivo pero haría relaciones fuertes, fomentaría la camaradería y por sobre todo la empatía y la tolerancia. Por un México de paz y armonía, de tolerancia y empatía, fomentemos en nuestro circulo social la colaboración y más si son causas loables. Ayudar a cruzar la calle a alguien con capacidades diferentes, llevar el carrito del super a su lugar inicial, un sinfín de actividades en las que podemos colaborar y hacer de nuestro un mejor lugar para vivir. Es cuánto.
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