10 Ene La esperanza de los “Reyes Magos”
Apenas a unos días de haber pasado el festejo del “Día de Reyes Magos”; me vino a la memoria todos aquellos sentimientos que surgían por su llegada. Pero sobretodo la emoción que mi corazón de niño albergaba, en la espera de recibir lo que les había pedido.
Y no era el hecho de recibir o no, sino la esperanza de que llegarían con “algo”. Ese “algo”, que por todo un año, mis padres me habían preparado, recomendándome, que me portara bien, fuera obediente, ayudara en casa. Es decir, que trabajara para ello.
La práctica no era una mala idea, porque tenía el principio de luchar por algo que queríamos; sin embargo, a medida que las presiones externas fueron ganando, “los reyes magos” traían cosas aún sin “haberse portado bien“. Fue entonces que ya no había esperanza.
Los extremos presentes en el actual día de Reyes Magos
Hoy en día, usamos la esperanza hacía dos extremos. El primero, dejarlo todo a un factor externo y recurrir a frases muy reutilizadas en la actualidad: “Decretar que algo suceda“. El segundo, es caer en la desesperanza, volviéndonos fríos e insensibles.
Pero como reza el dicho popular: “todos los extremos son malos“. Veamos entonces un punto medio, es decir, busquemos esa esperanza que nos mueve día a día; aquella por la que trabajamos, nos esforzamos y que en ocasiones hasta le llamamos “esposa”, “esposo”, “hijos”, “padres”.
Esa esperanza por la que vamos dando pequeños pasos y cuando la vemos cerca nos estremecemos hasta los huesos, por ver cumplido un sueño.
Esa esperanza es la que nos han enseñado que nunca muere, solo que no nos han hecho énfasis en que debemos alimentarla con trabajo, con disciplina, con amor y pasión; o como decía mi abuela “ayúdate que yo te ayudaré“.
Entonces… ¿qué le pediremos a los Reyes Magos para este 2018?
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